Cuando somos pequeños, a todos nos encanta jugar a ser doctores, pilotos, periodistas, maestros, abogados, astronautas… Muchas personas tienen claro qué quieren ser desde que son pequeñas y lo siguen y lo consiguen. Pero muchas otras no consiguen hacer realidad sus sueños laborales o directamente, no saber qué hacer con su vida laboral.
Solo cuando haces un trabajo que te inspira y del que te sientes orgulloso, sobresales y creces
¿Has hecho balance alguna vez al cumplir los 30, los 40 o los 50 años y te has preguntado dónde estás en lo laboral? ¿Hasta dónde has llegado? ¿Te sientes realizado y satisfecho en tu trabajo?
“No sé qué hacer con mi vida laboral. No sé hacia dónde tirar, ya no sé qué me gusta ni en qué soy bueno. Mando curriculums a todo lo que tiene que ver con mi carrera, que es en lo que tengo experiencia, pero la verdad es que tampoco estaba muy satisfecho con mi trabajo anterior.
Entré en la empresa por casualidad y después de años me sentía encerrado en un mundo laboral que en realidad no me llenaba y no me aportaba nada».
La sociedad nos presiona a todos para que nos autorrealicemos a través del trabajo. No decimos que “Miguel trabaja de funcionario”, sino que “Miguel es funcionario”. El trabajo juega un papel fundamental en nuestra vida, ya que pasamos bastantes horas de nuestro día a día en él.
Cuando no encuentras tu vocación o cuando la tienes clara pero no consigues llevarla a cado, te sientes frustrado. Además, en ocasiones esta frustración puede generar en ansiedad.
Estás estancado
Cuando no sabes qué hacer con tu vida laboral vives en una encrucijada y necesitas encontrar tu “camino” pero muchas veces te falta perspectiva, visión, te sientes bloqueado, y no sabes encontrar cómo salir.
Conoces y sabes de gente que ha encontrado el trabajo de su vida, una tarea, una actividad en la que fluyen, en la que están dando lo mejor de sí mismos, donde capacidad y reto se mantienen en un equilibrio constante y donde las horas pasan sin que apenas se den cuenta.
Cuando tú te encuentras estancado, o has tenido una serie de trabajos «porqueriosos», y sabes que tienes la capacidad de brillar pero nunca has pasado de ser alguien «mediocrecillo», que no destaca, piensas que toda esa gente vive un cuento de hadas. ¿Crees que es una historia de fantasía destinada solo a unos pocos elegidos? ¿A unos pocos con poderes especiales o con habilidades únicas? ¿O simplemente gente con mucho de dinero?
«Tienes que ser…»
En ocasiones, una de las causas por las que no consigues el trabajo de tus sueños es porque los demás te influencian, y aunque no te guste verlo desde pequeño te han dicho lo que «tienes que ser». Tu padre que siempre quiso que estudiases medicina, tu hermano mayor que es juez y el orgullo de la familia… tu abuelo que ha sido un gran músico…
Muchas veces no te das cuenta de estas «exigencias» familiares, porque no son explícitas, son inconscientes o forman parte del mito familiar. La realidad estás siguiendo un camino que no has trazado tú mismo y eso te causa sufrimiento, insatisfacción y frustración.
Te empeñas en que hay que cambiar de libro cuando solo tienes que pasar de página
He encontrado un buen número de personas que esperaban la fuerza necesaría para cambiar de trabajo porque el suyo actual era horrible, demoledor y sin posibilidades de aprender. Pero en realidad era la empresa, el jefe, el encargado o algún compañero a quien le correspondían esos atributos. No era el trabajo en sí, en el fondo sí le encajaba, sí le gustaba y sí le interesaba.
A veces son las circunstancias, el entorno que acompaña el trabajo lo que te está erosionando.
Así que piénsalo, ¿realmente es tu trabajo el culpable de tu insatisfacción laboral? ¿O existen otros conflictos ocultos que debes resolver?
Encuentra el empuje que necesitas
A lo que te dediques debe ser algo que encaje contigo, con tu forma de ser y tus valores. Y a partir de ahí será una especie de autodescubrimiento: estar abierto a experiencias, a nuevas formas de hacer las cosas, estar en contacto con gente interesante y diferente, y a preguntarte cada cierto tiempo «¿me está llevando esto a algún sitio que me interesa?«.
Necesitas salir de la zona de confort, el «echadopalantismo» y el abandonar el papel de víctima. Necesitas de la curiosidad y el tesón para encontrar lo que te hace falta y sentir que tu trabajo merece la pena.
¿Tienes claro dónde están tus fortalezas? ¿Tienes claro cuál es tu pasión? ¿Qué te ves haciendo dentro de un año? ¿A qué te dedicas y dónde?
Conócete y escúchate. Abre tu mente. Investiga. Averigua. Y entonces, lucha por lo que quieres con toda tu pasión, creatividad y empuje.