El acto de dormir es algo tan natural que no solemos pensar cómo lo logramos. Pero cuando no podemos dormir durante una o varias noches, es cuando buscamos soluciones inmediatas y damos palos de ciego para solventar la falta de descanso. Practica estas dos técnicas y deja de contar ovejitas en la cama.
De repente una noche en vela
Cuando te pasas una noche en vela acabas arrastrando cansancio y mal humor parte, o todo el día.
Te afecta no solo física sino anímicamente. Acabas con un cansancio que no sabes cómo mitigar, una frustración que se convierte en estrés. No te concentras. Tienes la sensación de que los segundos no pasan y el tiempo es eterno. Se te acumulan las tareas y tus problemas se magnifican.
Todo esto lo acaba pagando tu pareja, tus hijos, tus compañeros de trabajo, tu madre… y sabes de qué te hablo.
Sueñas con volver a la cama y poder conciliar el sueño reparador que tanto necesitas, pero imaginas «otra maldita noche en vela» y tu experiencia te dice que cuando suene el despertador todo esto será aún peor.
«No pegas ojo»
Los hábitos diários que tienes son tremendamente importantes para que alcances un buen descanso nocturno. Adquirir unas costumbres saludables antes de irte a la cama es necesario.
Sabes que el ruido, el calor, el jetlag, haber estado demasiado activo durante el día, la cafeína, la siesta interminable, etc., pueden hacer que te sea imposible conciliar el sueño.
Pero a veces, a pesar de que cumples con todos los protocolos del descanso, hay noches, días, incluso temporadas que «no pegas ojo».
El famoso truco de «contar ovejitas»
Parece que tu cabeza está esperando a que te tumbes en la cama para dar vueltas a ese tema que tanto malestar te causa durante toda la noche. Si te acuestas con tus preocupaciones, frustraciones e inquietudes va a ser muy difícil que duermas y descanses correctamente.
¿Adivinas para qué sirve la famosa técnica de «contar ovejitas»? Para impedir que pienses en todo aquello que te activa la mente, para que dejes de pensar en todos las cosas que no te ha dado tiempo a hacer durante el día, para que no pienses más en la bronca que has tenido con tu pareja, o para que olvides por unos minutos esa situación que te angustia y no sabes a quién contárselo y cómo resolverlo.
Tu ritmo diario a veces es matador y has cogido la costumbre de repasar el día o planificar el siguiente cuando tienes un rato para ti, y ya sabes dónde… ¡En la cama! De esta forma usas la cama como mesa de reuniones… ¡Qué horror!
Como habrás descubierto la lista de asuntos que te llevas a la cama puede ser interminable. Podrás dormir a ratos contando ovejitas, pero por agotamiento. Y este sueño no es reparador.
Dos técnicas: parar la mente y planificar el día siguiente
Lo primero que debes saber es que cuando algo que te preocupa y te ronda la cabeza, el momento de acostarse es uno de los más susceptibles para pensar acerca de ello porque es cuando tienes un rato para ti. Y en este momento de aparente calma y relax aparece tu vocecilla interior que nunca duerme, y se empeña en que tú tampoco lo hagas. La mala noticia es que casi siempre lo consigue si no sabes cómo hacer que se calle.
La buena noticia es que dejar de dar vueltas a la cabeza, callar tu vocecilla interior y aprender a parar la mente es relativamente fácil si sabes cómo y lo practicas. Debes establecer un diálogo con esa vocecilla interior y descubrir qué te ha molestado realmente de tu día y no has sabido afrontar, qué necesitas hacer o decir para soltar lo que te callas y te daña sin hacer daño a nadie ni a nada, qué necesitas dejar de hacer y parar, qué te enfada o entristece, etc. Cuando hagas hecho este trabajo personal te queda la parte de tomar la decisión de actuar y resolver los problemas que te quitan el sueño.
Además ya te habrás dado cuenta que debes planificar tu día siguiente antes de acostarte. Para ello puedes hacer listas de lo que tienes pendiente y las tareas que debes realizar de día en día o de toda la semana. Para ello es importante que sepas priorizar entre los asuntos importantes de los urgentes.
Ahora que ya sabes todo lo que necesitas para conciliar el sueño y tener un descanso real y reparador, deja de contar ovejitas en la cama y pon manos a la obra.