Buena pregunta, ¿no te parece? La mayoría de la gente que conozco no sabe qué responder cuando les pregunto qué vida quieren.
Se han acostumbrado a vivir en modo piloto automático y creen que cambiar su vida es una misión imposible ya. ¿Por qué? Porque desde pequeños les han dicho: «hay que tirar para adelante y conformarse con lo que tienes», «hay gente que está peor que tú, así que no te quejes», etc. ¿A ti también te han dicho algo similar?
Ahora te lo pregunto a ti, ¿qué vida quieres vivir?
Deseas una vida llena de…
Seguramente estás pensando en muchas cosas, y entre ellas esté el dinero, la felicidad, la tranquilidad, un hogar con una familia feliz, unos hijos maravillosos, un trabajo seguro y enriquecedor, una salud de hierro para ti y todos tus seres queridos, viajar, dejar de madrugar… La lista puede ser interminable.
Incluso crees que un día de estos va a venir una nave nodriza, te va a abducir y que cuando te traiga de regreso a casa todos tus problemas se habrán solucionado. Claro, y todo lo que deseas para tu vida se ha materializado…
«Sé que necesito un cambio, pero no sé qué hacer con mi vida».
Y pasan los días, todos iguales, has perdido la ilusión por todo y ves que el resto del mundo vive una vida aparentemente feliz y segura mientras tú tienes cada día más miedo y frustración.
¿Dónde te has perdido en el camino? ¿Cuándo has dejado de ocuparte de ti?
Sal de la parálisis
Quieres un cambio, lo necesitas, pero todo son dudas. No tienes idea de cuál es el siguiente paso, sabes que tienes que hacer algo, pero… ¡Qué!
«Casi siempre he tenido las cosas muy claras. He sabido a qué quería dedicarme y he luchado para conseguirlo. Quizá no he tenido el éxito que a otros les hubiese gustado, pero yo estoy más que satisfecha con todo lo que he hecho. Sin embargo, hubo un momento, no hace mucho, justo cuando todo estaba más en orden, que mi madre falleció, mi marido me dejó y perdí mi trabajo por la depresión».
Ten algo claro, nadie va a venir a darte superpoderes para que consigas la vida que quieres si hasta hoy no la has conseguido.
Cinco ideas para que empieces
- Haz una radiografía de tu vida. ¿Cómo estás ahora? Analiza tu salud, tu profesión, tus relaciones… Describe tu situación actual y cómo te gustaría estar en un futuro a medio plazo.
- Define lo que te hace feliz y enriquece tu vida personal.
- Cambia trabajo por profesión. Cambia ese trabajo miserable que realizas por un beneficio económico, pero insulso y desmotivador por aquello que amas, se te da bien, tiene un propósito y te impulsa a vivir cada día. Sé lo que me vas a decir: «Es que necesito que me dé dinero para comer y pagar las facturas»… Encuentra la forma de que eso que te gusta te aporte lo que necesitas para vivir como te gustaría.
- Marca el rumbo y toma decisiones valientes. Tomar decisiones valientes es la manera de salir del estancamiento en el que vives. A veces hay que hacer locuras y saltar al vacío.
- Apuesta por ti. No dejes que nadie decida tu camino. Si has cogido la salida A y no es la correcta, siempre está la B, la C, incluso la D. Aunque tú no las veas están ahí, seguro que sí.
Toma las riendas
Puedes hacer dos cosas:
Pensar y someterte. Piensas demasiado, pero no haces nada. Te has leído mil libros, has visto mil conferencias, visitas mil blogs, haces un montón de actividades de crecimiento personal, te sabes toooooda la teoría habida y por haber, pero sigues sin meter mano a tu vida. ¡“Pobre de mí que no sé qué hacer con mi vida”! ¡Qué se le va a hacer, tendrá que ser así! De esta forma la aceptación y la resignación se han convertido en tus únicas herramientas.
Hacer algo de una vez por todas. Cambia de rumbo y abandona la queja y el victimismo. «Es que ahora no es el momento, estamos en crisis y tengo muchos gastos». ¿Hasta cuándo vas a seguir con la misma copla? La persona más importante de tu vida eres tú, así que empieza a invertir en ti. ¿Acaso no te lo mereces?
Si no sabes qué hacer con tu vida ni cuáles son las herramientas necesarias para salir de este laberinto búscalas ya.
¿Te atreves?
¡Pues vamos allá!