Pensar en voz alta
¿Te asustan los niños que hablan con un «amigo invisible? Lo hemos visto en películas o conocemos algún peque que lo hace. Da miedo pensar que, o bien hay un ser espiritual con el que se comunican, o es que tienen algún trastorno y hablan en voz alta con ellos mismos. ¿Será algo preocupante?
Si lo miras bien, seguro que tú también… hablas contigo en voz baja o mentalmente.
Estoy seguro al 99% de que te has descubierto a ti mismo haciéndolo alguna vez pero… ¡cómo reconocerlo! No quieres pensar que tienes un problema por hacerlo, o por haberlo hecho… Y tienes razón porque… de hecho no es un problema, sino que forma parte de la condición humana.
No sé lo que pienso hasta que lo dicen mis propias palabras.
Ramón Gamoneda
Esta es una enorme verdad. ¿Te ha pasado alguna vez que has dicho algo y te ha sorprendido lo claramente que has expresado esa idea por primera vez? Ayuda verbalizar, sin duda. Sin embargo aunque pensemos y hablemos con nosotros mismos lo curioso es que muchas veces ni somos conscientes de qué y cómo lo hacemos, porque no nos escuchamos, no nos damos cuenta de qué y cómo estamos hablando y pensando.
Que es el diálogo interior
Efectivamente, se llama diálogo interior a este mecanismo tan humano. La mayoría del tiempo estamos pensando… y no somos conscientes de ello, lo que es una pena porque es responsable del 90% de los problemas que tenemos.
Para trabajar con esos pensamientos y esas voces (sí, tranquilo, no tienes que ir al loquero, que no te de miedo reconocerlo) una de las herramientas que usamos en la Gestalt son las sillas vacías, algo que realmente es un arte manejar y que nos permite tomar consciencia de nosotros mismos en solo unos minutos. ¿Has oído hablar de ellas alguna vez?
Utiliza el poder de las sillas vacías
Es una de las herramientas más poderosas que existen para conocernos, ser conscientes de los mecanismos que está ocurriendo en nuestra vida, cómo nos dañamos… y así desbloquear situaciones y sentimientos que parece que no tienen solución.
Tan poderosas son que a menudo el resultado de utilizarlas parece magia, como suelen decir la gente con la que trabajamos en el Instituto, en consultas individuales o de pareja, ya que se aclaran cosas que pueden llevar meses o incluso años atascadas.
Así que recuerda, cuando estés ofuscado/a, con un bloqueo emocional, o no puedas parar tu mente, necesitas trabajar con tu diálogo interior: desenmascáralo, descubre cómo te saboteas o cómo te obsesionas, descubre lo que quiera que esté pasando ahí y déjate sorprender.
Conócete y tu paz interior estará más cerca.