Los problemas de pareja y las Constelaciones familiares
«Quiero tener una pareja y ser feliz con ella. Pero por mucho que me empeño no lo logro porque siempre acabo con hombres que parecen niños pequeños… Al principio todo es muy bonito hasta que aparecen los celos, las broncas y las malas miradas y desplantes. Y ya estoy otra vez con los mismos problemas de pareja que siempre. ¿Por qué me es tan difícil mantener una relación? ¿Por qué termino una y otra vez con el mismo tipo de hombres? Esto ya es un tema clásico en las mujeres de mi familia. Por esto quiero ver qué pasa, y me han dicho que los problemas de pareja y las Constelaciones familiares van bien.»
Luz, 42 años.
Ella es Luz, pero podría ser una de tantas personas que quieren vivir y compartir su vida en pareja y no lo logran. Personas que repiten las mismas situaciones y en vez de amor encuentran sufrimiento.
Una relación de adultos e iguales.
La pareja se forma con dos seres adultos, que se pueden mirar de igual a igual. En la formación de una pareja estable y duradera es necesario “abandonar” la familia de origen. Si estás como “uña y carne” con papá o mamá, será muy difícil formar una pareja que perdure en el tiempo.
¿Niña de papá? Cuando por alguna razón la niña comienza a ocupar el lugar de su madre, se convierte en la niña de papá. Comienza a ser su compañera, a cuidarlo, consentirlo… Las consecuencias: a esta hija le costará formar su propio sistema, porque ya está “casada” con su papá.
¿Niño de mamá? Cuando es el niño le que, por alguna razón, comienza a ocupar el lugar del padre se convierte en el niño de mamá. Será el compañero de la madre, quien le cargue las bolsas en el mercado, quien la cuide, la llame constantemente…
¿Cuáles son las consecuencias?
A estos hombres les cuesta quedarse con una sola mujer y pueden tener muchas novias sin poder concretar una relación. Estos hombres son seductores, posen mucha energía femenina, son encantadores, buenos amantes, saben lo que quieren las mujeres.
Cuando es la mujer la que no se ha desprendido de su padre, al lado de su pareja buscará otro padre. Pero la persona que encuentre nunca será lo suficientemente bueno para ella porque no estará al nivel del padre.
¿Te resulta familiar esta situación? Cuando cada uno mantiene el nexo de unión con su propia familia de origen, la relación en vez de ser entre dos adultos que se aman, se convierte en una relación de tres… incluso hay veces que la relación es de cuatro cuando se encuentra un niño de mamá con una niña de papá.
¿Cómo ayudaron a Luz las Constelaciones familiares?
Saber crear en común una relación de bienestar, alegría y expansión no siempre es fácil. Cada uno lleva consigo las luces y las sombras de su sistema familiar, viejos aprendizajes de vida, experiencias pasadas afectivas y a veces dolorosas.
Las Constelaciones familiares no le dieron un manual de instrucciones a Luz, ni mucho menos. Lo que sí le mostraron fue las ataduras familiares que la impedían caminar de la mano con esa persona que tanto anhelaba.
Y precisamente este será el primer paso que tú también deberás hacer para lograr pequeños movimientos que te situarán en el camino de la solución. Es interesante, ¿verdad?
Comprende y resuelve lo que tu mente racional no puede.
La convivencia en pareja está sometida a los vaivenes de tu vida, y en esta relación vuelcas los conflictos que te afectan en tu día a día. Además, aunque tú no lo veas existen ecos de nuestra familia de origen, o de parejas anteriores, que mantienen en tu inconsciente sus huellas y afectan a tus relaciones actuales.
Es por esto que a veces has de mirar atrás para resolver tus problemas de pareja, y las Constelaciones familiares te muestran cómo hacer buenos cimientos en la relación que deseas mostrándote desde dónde parte tu conflicto. ¿Cómo sabes cómo te afecta tu familia de origen si nunca lo has mirado y trabajado? Luz descubrió asuntos pendientes en la suya, y pudo resolver lo que estaba en su mano, ¿quieres hacerlo tú también? Busca la solución a tus problemas en vez de quedarte de brazos cruzados y deja de quejarte de que «todos» y «todas» son iguales.