El suicidio es uno de los problemas más graves de salud pública en la actualidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que alrededor de 800.000 personas encuentran en el suicidio la única salida a los problemas de la vida.
España registró en 2019 un total de 3.145 casos, el triple que las muertes por accidente de tráfico, casi el 80% de ellos hombres.
El suicidio es la muerte producida por uno mismo con la intención precisa de poner fin a la propia vida. El intento de suicidio sería, a su vez, aquella tentativa de autoeliminación o autolesión intencionada sin resultado de muerte. Hay que tener en cuenta que no todas las personas que cometen una conducta suicida quieren morir.
¿Qué te pasa para que pienses en el suicidio como única salida?
¿Alguna vez te has dicho «ya no aguanto más»? Sabes lo que es el dolor y el sufrimiento, ya sea físico o emocional. Tal vez tú has experimentado sentimientos similares debido a problemas de salud, dificultades financieras, problemas en el trabajo, conflictos con tu pareja o con tus hijos, etc.
«Me siento como un animal acorralado, inmensamente vacío y si mañana se acabara la vida no me importaría porque no tengo nada que perder. No tengo ilusión ni motivos para vivir.»
Sentimientos de autocompasión, vergüenza, culpa, ansiedad, estrés, ira, frustración, depresión te acompañan en estas situaciones tan estresantes. Es en este momento cuando sientes que no puedes más, que los problemas de tu vida no tienen solución, y que el suicidio es la única salida a los problemas de tu vida.
Querer morirse.
La mayoría de los suicidios son precedidos de signos de advertencia verbal o conductual.
Cambios de comportamiento como investigar formas de morir, alejarse de los amigos, regalar artículos importantes o hacer un testamento, hacer cosas muy arriesgadas como conducir con una rapidez extrema, mostrar cambios de humor, problemas de sueño, comer o dormir demasiado o muy poco, consumir drogas o alcohol con frecuencia o con más frecuencia de lo habitual… Todo ello acompañado de una tristeza, un dolor y un sentimiento de sufrimiento profundo.
Prejuicios y falsas creencias.
¿Sabes que el suicidio existe desde el principio de los tiempos? De la muerte y del suicidio no hablamos y cuando lo hacemos es a escondidas porque siempre se ha considerado un tema tabú. Seguimos creyendo que es algo marginal e irrelevante, y que pertenece al ámbito privado de la intimidad de la familia.
La sensación de culpa en el entorno familiar que deja la persona que se quita la vida se repite en la mayor parte de los casos, y viene por un sentimiento de incomprensión. Es lo que la lleva en ocasiones a enterrar bajo un manto de silencio lo sucedido, incluso en entre los mismos integrantes de la familia. Eso dificulta el proceso de duelo y altera a veces las relaciones familiares, incluso generando episodios conflictivos a hijos o nietos a los que se les ocultó lo sucedido.
Ni cobardes ni valientes.
“Nadie se preocupa por mí” “Soy un fracaso, merezco morir” “No voy a mejorar, no vale la pena que siga viviendo” “Mi vida no tiene sentido” “No puedo con este sufrimiento” “Estoy cansado de luchar” “La situación no mejorará” “No valgo para nada, quiero quitarme de en medio”.
Es muy común responder con frases como «no digas tonterías», «eso es de cobardes» o «hay que ser muy valiente para quitarse la vida», en lugar de prestarle toda la atención y ayuda, ya que en realidad está pidiendo socorro a gritos. Necesita saber que sí hay solución a sus problemas y la muerte no es la única salida a los problemas de la vida.
Seguro que alguna vez has oído decir que quien ha intentado suicidarse es un cobarde por no saber afrontar los problemas de la vida. O al contrario, un valiente por haberse atrevido a dar el paso. Incluso llega al punto de que las personas que han tenido tentativas de suicidio se ven como cobardes por no haberlo logrado… Es terrible, ¿verdad?
Aprende a sacar lo que te daña.
Lo primero y más importante es descubrir qué situación o situaciones te dañan y a las que no estás dando la solución que necesitas. Debes saber que cuando estás en esa situación que te hace sufrir y te causa dolor, pero no la resuelves, estás llevando la energía que tienes hacia dentro de ti.
Aprender a sacar toda esa energía que te está dañando es el primer paso para resolver esa situación o situaciones de desesperación que vives.
Por más que lo pienses una y otra vez no encontrarás el camino de salida hasta que no lo resuelvas.
¿Conoces a alguien que hable del suicidio como única salida?
Puede resultar muy angustiante si un conocido, o una persona querida de tu entorno te dice que está pensando en la muerte, o dice cosas que te hacen pensar que está considerando suicidarse. Es posible que en un primer momento no sepas qué hacer para ayudar. ¿Deberías tomar en serio su comentario o crees que tu intervención podría empeorar la situación?
Desde mi experiencia te digo que tomar medidas es siempre la mejor opción. Escucha y tranquiliza a la persona, y hazla saber que la situación puede mejorar con los recursos necesarios para afrontar la situación estresante que está viviendo.