Esta es la historia más antigua de la humanidad: las relaciones sexuales con alguien diferente de tu pareja habitual. ¿Cómo superar la infidelidad? Seguro que te ves retratado/a en estas líneas. Ojalá te den luz.
Resuelve el shock emocional antes de intentar superar la infidelidad
Cuando te enteras de una infidelidad los sentimientos se ponen a flor de piel. Decepción, tristeza, rabia, dolor, odio o angustia… Un batiburrillo en el que no sueles estar acostumbrado/a a profundizar. Normalmente se mezclan y vas haciendo como puedes… pero esto ya es el colmo.
Lo más importante es salir de la confusión y escuchar cada sentimiento. No puedes tomar decisiones ni superar la situación cuando tienes ese atrapamiento emocional, sin claridad y con tanto por expresar… que no sabes cómo hacerlo. No puedes saber lo que prefieres ni lo que te conviene. Solo sabes que es una putada… y en tu mente aparecen todo tipo de imágenes sobre tu pareja.
¿Qué es y qué no es infidelidad?
Aunque parezca muy evidente, a veces es un tema espinoso. En pocas palabras, diremos que depende de cada pareja. ¿Qué acuerdo hicisteis sobre la relación con terceras personas? ¿Y sobre la relación entre vosotros? A menudo me encuentro con parejas que acordaron no acostarse con terceras personas, pero no acordaron cómo acostarse entre ellas. Es muy importante que los acuerdos con tu pareja sobre el sexo sean claros y explícitos. Y si quieres optar por el eso tiene que darse naturalmente, igual debías irte a vivir al monte.
A veces reclamamos naturalidad en unos aspectos pero somos muy incoherentes con ella en otros. La pareja tiene muchos componentes culturales que no son naturales en sí, pero que al ser culturales tomamos como si lo fueran. La relación con los parientes, los ritos o costumbres familiares que cohesionan la pareja no suelen ser demasiado naturales, que digamos. Sin embargo reclamamos a las relaciones sexuales una naturalidad que resulta forzada cuando la relación de pareja en realidad ya está muy culturizada. Y todo eso lo hacemos a pesar de que la unión sexual sea uno de los elementos que más ayuda a mantener cohesionada la pareja. Al menos es importante ser consciente de la diferencia entre unos y otros.
¿Es infidelidad tener relaciones sexuales con un extraño después de años en los que un miembro de la pareja las ha estado evitando? Efectivamente, si no funcionaba, mejor hubiera sido romper, o buscar ayuda antes de llegar a ese punto… pero ahora es tarde. La infidelidad puede ser el empujón que faltaba para cualquiera de las dos cosas, siempre que haya voluntad de enmienda.
¿Qué se daña en una infidelidad?
No es ningún secreto que en la infidelidad sexual el mayor daño se da en la confianza, enfermedades ETS aparte, o incluidas si se quiere. Contarlo por detrás, cuando ya ha sucedido, genera una desconfianza enorme y dolor. No eres la primera persona que lo vive, ni la última, pero ahora es tu responsabilidad asumir las consecuencias con tu pareja.
Y la confianza en la pareja -y en la vida en general- no se da, se gana.
Mi único consejo: no pidas consejo
Ante una situación así, el apoyo de un amigo que escucha, un familiar, un consejero o terapeuta… puede ser una excelente opción, pero no pidas consejo. Solo tú sabes lo que tú necesitas hacer, porque solo tú estás en esa situación con esa persona y con esa vida, tu vida.
La mejor ayuda sería que te pongas en contacto con tu sabiduría interior, desde un estado previo de paz y equilibrio real. Ahí están las respuestas, ninguna es la correcta, por tanto ninguna es errónea, forman parte de tu proceso.
¿Perdonar o no perdonar una infidelidad para superar? Esa no es la cuestión.
La duda permanente ante una infidelidad es ¿le perdono o no le perdono? Hay personas que lo tienen muy claro: no voy a pasar dos veces por eso mismo, y no dan otra oportunidad. Perfecto.
Hay personas que se dan cuenta de lo que ha pasado y de las circunstancias y prefieren dar otra oportunidad. Perfecto.
Hay personas que están tan enamoradas que están dispuestas a perdonar una y otra vez. A esas les diré una frase que me decía mi maestra:
La primera vez te la pegan, la segunda vez te dejas.
Y es que una cosa es querer a alguien y otra es que pueda ser tu pareja. Para que alguien pueda ser tu pareja no basta con que la desees, que te guste estar a su lado, que disfrutéis juntos. Que te encante su olor o que la admires.
Cuando hablo de pareja me estoy refiriendo a una pareja adulta, no una pareja de adolescentes (aunque estás en tu derecho de tener el tipo de pareja que más te apetezca).
Para que alguien pueda ser tu pareja necesitáis revisar si funcionáis como dos naranjas completas, es decir, si tenéis los 10 Gajos del Amor. Preguntaos si cumplís los requisitos básicos de toda pareja que quiera compartir juntos como tal, más allá de estar agustito juntos.