La Terapia Gestalt es eficaz porque da una solución real a problemas emocionales en periodos muy cortos de tiempo, pudiendo tener resultados muy importantes entre dos y cinco meses, dependiendo de la situación personal. Es una de las corrientes de desarrollo personal que está teniendo más auge en España.
La forma en que te sientes no es consecuencia de un pensamiento o una actitud errónea, sino de una realidad que estás experimentando.
Un poco de historia de la psicología
En términos generales, durante el siglo XX en el mundo de la psicología se ha prestado mucha atención al comportamiento y al pensamiento.
El psicoanálisis, que fue inicialmente disruptivo al abrir la psique humana a lo desconocido o ignorado por el propio individuo (inconsciente), no logró centrar a la psicología en el campo de lo que hay detrás de cada conflicto. Lo que ocurrió fue que durante el siglo XX los avances médicos siguieron poniendo el foco de la psicología en la morfología cerebral y posteriormente en la neuroquímica del sistema nervioso como fuente principal del proceso psicológico.
Debido a esa «esclavitud» del sistema nervioso y a la escasez de estudios sobre las causas del comportamiento (la motivación, etc…), hasta principio del siglo XXI en el mundo de la psicología se ha prestado mucha atención al comportamiento y al pensamiento. Se ha tratado al cerebro como si fuese un vehículo en el que el número de cables, la ubicación y el tamaño del motor fuera el determinante en la forma de circular de su conductor.
Esto ha provocado que cuando una persona, por ejemplo, está deprimida o enfadada crónicamente se ha creído que el problema es solo o principalmente un defecto en la neuroquímica cerebral, y se hace una intervención con medicación. Al hacer esto, se impide que tenga lugar el aprendizaje emocional/social cuya ausencia ha generado dicho enfado o depresión… y cuando retiremos la medicación ese aprendizaje seguirá aún pendiente.
Qué hace la terapia cognitivo-conductual
Cuando el sabio apunta a la luna…
La conducta es la parte de nuestra vida que genera los problemas reales y sabemos que es la que necesitamos cambiar para tener una vida mejor. Si fumar te va a provocar cáncer, te conviene dejar la conducta de fumar, evidentemente.
El pensamiento lo podemos modificar, ya que no es más que una creencia que se forma a través de la aceptación mental. Si te autoengañas pensando que el cáncer le va a pasar a los demás, o que «de algo hay que morir» seguirás fumando y por tanto es probable que desarrolles cáncer. Por otro lado reconocer «yo también podrías morir de cáncer» o «si me cuido voy tener una vida más larga y sana» te puede ayudar a dejar de fumar.
Cuando el sabio apunta a la luna… el ignorante mira al dedo que señala. Cuando decimos que tenemos un problema, si nos quedamos mirando a la mente o a la conducta… estamos mirando al dedo.
¿La terapia Gestalt dice que debes cambiar tu forma de pensar para ser más eficaz?
La terapia Gestalt no es eficaz porque te pida que cambies tu forma de pensar. Cambiar la forma de pensar es una forma de luchar contra nosotros mismos. Para conseguirlo, la Gestalt propone el insight o darse cuenta. En este caso: observar cómo funciona nuestra forma de pensar, y cómo a menudo interfiere en nuestra vida.
El enfoque conductual y el enfoque cognitivo no son erróneos, en absoluto, sino incompletos. Lo que te falta para desencriptar el problema del tabaco es que identifiques qué ha pasado o está pasando en tu vida para que, en lugar de hacer aquello que es sano para ti (respirar aire puro), haces algo con lo que que literalmente te enfermas (respirar humo de cigarro). ¿Acaso alguien no sabe que el tabaco mata? ¿Acaso alguien quiere morir motu proprio?
No se trata de cambiar las respuestas, sino las preguntas. La pregunta sería «¿dónde necesito mirar?»
Las respuestas profundas no están en los pensamientos o en las conductas. Algo te está pasando para que sientas «bienestar» cuando introduces aire irrespirable y tóxico en tus pulmones. Y ahí está la clave ¿qué está pasando en tu vida para que fumar te haga sentirte mejor?
En qué consiste la Terapia Gestalt
Vayamos un poco más profundo
El profundo desconocimiento sobre el mundo emocional es lo que ha hecho que durante años todo el trabajo de resolución de problemas personales se ha quedado en el mundo del comportamiento y del pensamiento. Ir a las causas implica profundizar en el malestar en lugar de evitarlo. Recorrer ese sentimiento que estamos evitando y escucharle pues tiene mucho que enseñarte. Observar y dialogar con esa situación que estás evitando y hacerla tu maestra.
Efectivamente, se creía que los pensamientos son los que generan las emociones, y si bien esto ocurre a veces, muchísimas veces la forma en que te sientes no es consecuencia de un pensamiento o una actitud errónea, sino de una realidad que estás experimentando. La carga emocional que tienen tus conflictos hace que temas mirarlos a la cara, y por mucho que cambies la forma de pensar, el problema va a seguir ahí.
El surgimiento de la Terapia Gestalt como un trabajo eficaz
En relación con las emociones hay muchos estudios sobre el funcionamiento bioquímico y neurológico de las emociones, pero la ciencia que mejor estudia cómo funcionan psicológicamente nuestras emociones es la Gestalt, y por eso la denominamos la Ciencia de las Emociones.
A mediados del siglo XX Fritz Perls dio el paso de desafiar a su maestro Sigmund Freud al poner en marcha su descubrimiento: la Terapia Gestalt. Perls puso el foco en lo que está pasándole al conductor para que tome la decisión de ponerse en riesgo a sí mismo al conducir y mostró el camino para resolverlo, sin quedarse anclado en «comprender» el trauma, sino con herramientas para resolverlo definitivamente.
Al identificar el sentimiento y las situaciones dolorosas que cargamos y resolverlas emocionalmente, la Gestalt logra que soluciones reales, rápidas y duraderas a los conflictos emocionales y bloqueos mentales que te afectan y que al final desencadenan buena parte de tus problemas. Te muestra el camino para solucionar los problemas y aprender una forma diferente de vivir que te permita superar esas mismas situaciones nuevamente.
Volviendo al ejemplo inicial: el enfado o la depresión se dan por una situación concreta que es necesario resolver. El trabajo emocional de la Terapia Gestalt es eficaz puesto que da las claves para ver y transformar cómo te sientes en esa situación y qué haces, para así encontrar el equilibrio necesario para llevar tu vida adelante.