Cuando llega la época estival parece que tenemos un extra de energía para planificar las vacaciones. Queremos pasar tiempo con nuestros seres queridos, y en especial queremos compartir más tiempo con nuestra pareja y disfrutar de las deseadas vacaciones. Pero en muchas ocasiones los problemas de pareja y las vacaciones no son buenas compañeras de baile.
¿Qué pasa cuando dos personas que se quieren se van de vacaciones y deciden dejar sus conflictos aparcados, y solucionarlos a la vuelta?
Unos días no tan idílicos…
En muchas ocasiones tus vacaciones en pareja no resultan tan idílicas como habías pensado en un principio. Lo que habías imaginado como un tiempo para disfrutar se convierte en unos días en los que las discusiones, los reproches y las críticas aumentan. Esto hace que te desilusines y en ocasiones aparece una crisis de pareja. Llegando en el peor de los casos a una ruptura. Aquí es cuando te das cuenta que tus problemas de pareja en vacaciones no van a resolverse. Te arrepientes, y piensas «en qué hora habremos venido»…
Seguramente hayas oído o conozca parejas estables, que se querían y que tras unas vacaciones decidieron tomar caminos separados. ¿Por qué ocurre esto?
Dos casos reales
Existen parejas que no están pasando por su mejor momento, que ya se encuentran distanciadas. Viven juntas, pero prácticamente hacen su vida por separado y creen que ese distanciamiento se solucionará pasando más tiempos juntos de vacaciones. ¡Error! Al llegar las vacaciones, normalmente, afloran todas las discusiones y reproches que llevan guardadas tanto tiempo en su interior. Aunque se quieran mucho han perdido la comunicación y las vacaciones no suelen ser el momento ideal para realizarse reproches cuando algo tan importante falla.
Por otro lado, hay parejas que parecen idílicas, compaginan su trabajo con sus actividades deportivas, familiares, de ocio, etc. Pero de repente, a la vuelta de vacaciones deciden separarse. Este tipo de rupturas, provoca una sorpresa a su alrededor, a sus amigos y familiares. Suelen ser personas que viven prácticamente de manera independiente unidas más por los compromisos sociales y familiares que por su relación en sí. En algún momento el cuidado de la pareja pasó a un segundo plano.
¿Te suena todo esto de algo? ¿Qué crees ha podido pasar en los casos anteriores?
El ritmo diario y la comunicación
Hay dos factores fundamentales que se ponen de manifiesto en los días que pasas de vacaciones con tu pareja:
El ritmo diario. El tiempo es fundamental. Hay parejas que pasan mucho tiempo juntas e incluso conviven, pero ¿cuánto tiempo de calidad comparten? Llegan a casa después de un largo día de trabajo, cenan juntos y se van a dormir, sin compartir mucho más de su día, sin comentar lo que le ha ocurrido, más allá de un “bien”, «regular», «normal» o “mal”. Cuando llegan las vacaciones, se han convertido casi en dos desconocidos, que lo que tienen en común es a sus seres queridos más que el uno al otro. Compartir tiempo no es suficiente. Ha de ser un tiempo de calidad.
La comunicación. Una comunicación real y funcional es imprescindible a la hora de mantener una buena relación con tus seres querodos, y desde luego con la persona a la que amas. Cuando no tienes recursos de comunicación adecuados, tu relación se deteriora y en vacaciones no vas a arreglar nada que no hayas hecho antes. Todo lo contrario, se ponen en evidencia los déficits y las carencias comunicativas.
Vuelve a conectar con tu pareja
No olvides que tu pareja es la persona que eliges en la vida para compartir todo el camino o parte de él, pero la eliges con el corazón. Seguramente esa persona con la que decides caminar sea tu espacio personal más importante. Es la familia que eliges como adulto, el espacio emocional donde quieres sentirte como en tu hogar, el lugar al que vuelves a recuperarte de tu cansancio emocional, tus desilusiones, y frustraciones diarias.
¿Vas a dejar que de repente la persona que duerme a tu lado se convierta en alguien desconocido? ¿O vas a hacer algo para evitarlo?
Tus problemas de pareja en vacaciones no van a disolverse por sí solos. Tal vez se difuminen durante unos días, pero seguirán estando presentes hasta que decidas tomar cartas en el asunto. Esa es la realidad, te guste o no…
¿Recuperar el respeto, la confianza y el cariño? No es una utopía, es posible.
Vuelve a sembrar, abonar y regar tu relación de pareja.