El vínculo con el padre y lo masculino nos permite reconocer los límites de aquello que nos ayuda a saber de dónde venimos, a dónde vamos y hasta dónde llegar. Nos permite concretar proyectos, independizarnos y avanzar hacia la madurez: quizás ir a un nuevo país, emigrar, viajar, nuevos trabajos, establecer una nueva relación…
Anteriormente vimos cómo el vínculo con la madre es el primero que establecemos nada más nacer. Ella nos nutre, nos cuida y nos da el afecto que necesitamos. La madre es sinónimo de éxito y felicidad en nuestra vida. ¿Y el del padre? ¿Cómo afecta a nuestra vida la relación con él?
Bert Hellinger, el creador de las Constelaciones Familiares, nos dice que “los padres siempre acompañan a los hijos, sin importar si están presentes o ausentes”.
Querido papá
Piénsalo, cada vez que una nueva vida llega a este mundo viene de una madre y un padre que lo hicieron posible. Sin la fecundación de un óvulo la vida no es posible y sin lo masculino la vida no puede pasar a la siguiente generación. Después del proceso de la unión de tus padres, tú estás aquí. Por tanto, tu padre también forma parte de ti.
Esto significa que, independientemente de lo que pasó con vuestra relación, más allá de si te acompañó toda la vida, o si sigue presente, o nunca lo conociste, donde realmente le vas a encontrar y vas a sanar el vínculo con tu padre es en tu corazón.
La fuerza del padre
El padre da la fuerza del avance, de romper barreras. La fuerza del padre es la fuerza de la vida. Además nos ayuda a profundizar en el pensamiento lógico matemático. La sintonía con el padre nos ayuda con el éxito en lo profesional y la fuerza para concretar proyectos. Por lo tanto, sin el padre en cierta forma también estamos perdidos.
Cuando no aceptas a tu padre, con lo mejor y lo peor de él, el camino hacia adelante, hacia tu futuro, y avanzar te es muy difícil. Incluso las adicciones en ocasiones, según Bert Hellinger, son indicadores de no haber podido o sabido amar y tomar la fuerza del padre.
Cómete el mundo
Todos nosotros somos el resultado de la unión de nuestros padres al 50%. Aceptarlos y honrarlos es vital para gozar de una vida fluida y saludable donde el éxito en todos los planos de esta vaya de nuestra mano.
¿Quieres enfrentarte al mundo con fuerza y seguridad? Para ello necesitas reconstruir y reparar el vínculo con tu padre y lo masculino. Necesitas aceptarle tal y cómo es. Necesitas limpiar tus heridas emocionales, o cualquier situación o suceso, que al recordarlo aún te escuezan y duelan. El rencor, el odio, los enfrentamientos y los reproches hacia tu padre solo consiguen robarte la energía vital imprescindible para evolucionar y tomar la vida con fuerza.
Repara el vínculo con tu padre
Cuando la relación con tu padre se erosiona o se rompe, tu vida comienza a pesarte y tal vez hasta te cueste disfrutar de tu familia o tus proyectos, aunque no te des cuenta de ello. Por eso es tan importante que descubras el vínculo que os une. Que aprendas a compartir y a crecer junto a él desde el respeto y el amor.
¿Qué ganas con ello?
- Seguridad y firmeza para tomar decisiones: trazar objetivos, metas y alcanzarlas.
- Claridad mental: conocer y poner los límites que necesitas para que tu vida funcione.
- Fuerza y perseverancia para perseguir las tareas que te propones, y solventar las dificultades que puedas encontrar en el camino.
- Decisión y valentía para emprender negocios, embarcarte en proyectos nuevos o perseguir tu sueño profesional.
¿Merece la pena mejorar la relación con tu padre de nuevo? ¿Necesitas cerrar viejas heridas y rencores? ¿Quieres conseguir el empuje que necesitas en tu vida en estos momentos para hacer realidad tus sueños?
¡No lo dejes y empieza ya mismo! Yo te acompaño.